Siempre me pregunto porque hay tanta mala gente en este granero.
Que ir a comprar el pan cada día supone soportar varias inquisiciones, pases de revista, algunos chistes malos y torpes melopeas de solitarios desvalidos.
Cínicas o pillas sonrisas. Frases malsonantes y groseras. Comentarios hirientes. Alquien que se caga en Zapatero.
Cierto es que la adicción a la Losantina en el granero es algo preocupante. Y que son comunes los episodios de sobredosis matinal que generan reaciones insospechadas al más pintado.
Tendría gracia que a alguno de estos caducos ateneos se le ocurriera invitar al susodicho. ¿Lo presentaría Brondo dando lecciones de integridad política?
El granero es otra cosa.
jueves, 4 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario