Con la guardia baja; noqueado el silente deja en manos de los suyos la defensa del bastión arteramente tomado.
Rudos fajadores tiene para resistir los crochets certeros de Triay; que impertérrito se mantiene sin ceder un centímetro al aspaviento.
El espectáculo concita la curiosidad en ocasiones malsana de los asistentes en el ruedo municipal en pos de emociones fuertes que no logran satisfacer con la cita bisemanal con el Valeriano. Y que no se la llega a dar tampoco un espectáculo que promete pero que decepciona invariablemente. Donde la sangre nunca llega al río; los astados parecen afeitados; y todo, hasta ellos mismos con plena conciencia se llegan a sentir como protagonistas de una gran obra coral. De una especie de "todos a la cárcel" de Berlanga.
Los golpistas, asentados en su fechoría, han tomado bien la distancia y la medida para oponer fácil resitencia a la acometida. Los municipales les sacarán en su caso del apuro.
Esperpéntico espectáculo mensual en el salón gótico -donde tampoco ciertamente a orado nunca CAstelar- acostumbrado a la pompa, el rigor y el muermo. Y el canapé fino con vino blanco.
Mientras él garabatea los silencios.
Nunca hubo unos tránsfugas tan patéticos; que ni siquieran dan cancha a las televisiones autonómicas, para que elucubren, tejan, tramen, secretas confabulaciones, ssospechosos convolutos, extrañas y suculentas historias apenas entrevistas. Muy lejos del clásico pillo dicharachero populista.
No. Es transfuguismo porque si.
Transfuguismo silencioso.
viernes, 12 de diciembre de 2008
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