domingo, 10 de mayo de 2009

ya empezamos

No me gustan las fiestas de San Juan.

Ahora ya no.

Y no tendré piedad.

Aunque sea de aquí -por desgracia- de toda la vida.

Un encuentro para privar ginebra saluda el inicio de la época añorara -aquella para que los "buenos" (fanáticos alucinado) cuentan los días que faltan-.

Y a partir de ahora todo va a ser lo mismo.

Reservas hoteleras y de transporte (muy superiores a las anteriores) copadas ya de los guerrilleros en pos de la fiesta loca genuina. Desfase y borrachera intensiva sin medida.

Bailar salsa y merengue en plena calle.

Buscar bronca para estirar los músculos y descargar tensión.

Meter mano a destajo. Babear.

Retozar con cualquiera en rincones oscuros y meados.

Preocupación por el suministro eficiente de la ginebra. Encono en ver si para rentabilizar esos días es posible utilizar limonada lidls y mezclar el xoriguer con Tunel.

Y siempre es bueno calentar motores -incluso antes del momento oficial para ello (gincogema)- y empezar a paladear el sabor de la fiesta: ginebra con limón.

Para todas las edades.

A ver como se despacha este año el Hacedor; y cuando dará inicio al compendio de disparates recogido en el "diari de ses festes".

Y garabatos de archivo que es su época dorada.

Preparando las ponencias anuales.

Siniestro ruído de vasos de plástico cuyos restos encima salpican los bajos del pantalón asombran mis noches de tétrica pesadilla de cuerpos sin rostro plantándose frente a mi practicando la típica pose del borracho sanjuanista.
Nunca se es suficiente hábil para esquivarlos a todos.

Y pantalones amarillos tendidos al sol avizora mi mente nublada.

No me gustan las fiestas.

Me produce horror ver que ya a toda páginan ha habido un primer "replec". Me aterran las imágenes del mismo.

No me gustan las fiestas. Ya no.

¿Pasa algo?

No hay comentarios: