lunes, 22 de junio de 2009

Sant Joan 2008 (recuerdos rojos y naranjas)

Algunos retazos retrospectivos. De un tiempo agitado.

Con fondo de lucha por la fuente de la explanada. Cierteamente algunas veces, incluso aquí, de un año para otro las cosas cambian. Tiempos de lucha denodada por la plaza y la fuente de este granero alma.
De azaroso tiempo que no presagiaba tampoco la gran espantada posterior -con UPCM haciendo de guardia fiel de su entonces amo Brondo, en sus últimos días y ante su último discurso-.
Y "la roja", a la vez, haciendo historia.
Por lo demás lo de siempre -la misma crónica predispuestas de estas fiestas-.

Son recuerdos. Son fragmentos de lo que expresé en el gran antro cibernético de la libertad.


- "Queremos gin, queremos gin, queremos gin......".-

Gin y Fiestas de San Juan. Y no lo digo yo como irreverencia, no. Lo dice una maldita y delirante canción que suena a toda pastilla por la calle desde altavoces instalados por el Ayuntamiento. Del PP, por supuesto.
"No queremos a nadie que no vaya borracho".

Y dale que te pego toda la puñetera mañana. Como un lema machacón, una consigna. Como una melopea repetitiva para predisponer al personal. Debe, sin duda, ser esta la consigna de Brondo y su equipo para "sus" conciudadanos: Fiesta y alcohol; pan y circo.Sexo, drogas y rock and roll.
Es vergonzoso.
A mi me gustan las fiestas; sin ginebra. Y sin borrachos haciendo el imbecil por la calle (es dificil no compaginar las dos cosas). Algo inconcebible al parecer hasta para sus organizadores.
"Queremos gin, queremos gin, queremos gin...." Una y otra vez. Y el lapidario y dictatorial "no queremos a nadie que no lleve una cogorza".


Y en el Lidl la limonada se agota. La experiencia piloto de gin-cogema fue positiva al parecer, habiendo obtenido el placet de los borrachuzos ilustres locales.

Todo son esfuerzos sin duda para que el discurso de la convidada sea, por supuesto, el mejor de los últimos treinta años. Y para adormecer a los ciudadanos y controlar algaradas; inmunizarse ante asaltos y ataques vandálicos.Nada mejor que el gin y la fiesta para ello.
Que penoso que el Ayuntamiento promocione de esta forma el consumo inmoderado de alcohol: "Queremos gin, queremos gin, queremos gin...."; un tremendamente insolente y amenazante "Si no nos dais gin no nos vamos"; y el referido y obsceno "No queremos a nadie que no esté borracho de ginegra". Y el colofón, como si tuviera que ir forzosamente unido -por desgracia para muchos así es- el retruécano final; y así tras el gin, gin, gin: "Queremos, queremos, queremos las Fiestas de San Juan, tirurit pom -lo más sabio sin duda de su letra- las Fiestas de Sant Joan".
Esta deleznable canción debería prohibirse en todos los ambitos. Lo increible es que la utilize el propio Ayuntamiento para animar (o adormecer) a los ciudadanos.

Felices Fiestas a todos!! Aunque bebais mucho gin y hagais honor a la maldita cancioncita.

- Queremos mucho gin.-

Desde luego las huestes combatientes que desembarcan este largo puente en esta ciudad hacen honor a la canciocita de marras y vienen ya bien colocados. De nuevo mochilas de expedición alpina que no serán abiertas hasta el último día en pos de una socorrida botella de champú.
Ginebra, desfase, desbarre y fiesta loca y licencia del noviete y la novieta -que no ha podido venir (dicen con sorna)- para infidelidades en turbios callejones a horas intempestivas. Por supuesto, cuando ya no hay caballos.
Estos son los que te preguntan donde están los caballos pero para saber donde no tienen que ir.
Estas si que son algaradas y asonadas y utilización indebida de los espacios públicos.


Más no penseis mal -más bien, peor.; que a mi me gustan las fiestas. Incluyendo los caballos.


- Fiestas necesarias.-

Como milagroso maná este años habrá recibido el PP el gin que aguará (contradictoriamente) la pequeña crisis de los pinos que ha amenazado nada menos con empañar con cuatro pitidos la soberana convidada de Brondo. Aquello para lo que es Alcalde.
Como agua de mayo. Como bálsamo milagroso que todo lo cura. Como pócima que ayuda a olvidar. Esto si lo tengo claro. Como diría la cancion tabernera: "dame aguardiente para olvidar".Una vez más el PP ha sabido gestionar su crisis y la convidada será la más espectacular de los últimos treinta años.


Y la impresionante muestra espontanea de conciencia cívica y compromiso ciudadadano dado por los manifestantes aquel glorioso día jueves 29 de mayo; por obra y gracia de este bálsamo quedará en asonada; en gamberrada.
Ellos siempre ganan.
"Gin, gin, gin..."; la calle es un clamor. "Bebe gin" "Emborráchate coño".Largos días de gin y rosas nos esperan.
Que lamentable es todo esto.

Yo estaré en los pinos a la hora de la convidada en uno de aquellos entrañables chiringitos.


- Vándalos.-

En realidad las hordas ya campan desde ayer aunque el desembarco grande ha sido hoy.Pero esta mañana ya se veían a figuras de apariencia humana oscilar titubeantes sobre las aceras y balbucear expresiones ininteligibles. Hasta el culo de gin ya predispuesto dando una cálida bienvenida.Pero no será mañana hasta cuando uno no se los encuentre en el portal durmiendo la mona; la primera de este gran botellón que para muchos son estas fiestas.Este todo vale, excepto pitar a Brondo o invocar a los pinos.

"Queremos gin, queremos gin, queremos gin..." claman los altavoces municipales con esa pegajosa melopea que llega el cerebro y que hace a cualquiera exclamar "quiero un gin", que ipso facto será servido convenientemente mezclado con limonada lidl que ha superado la prueba de los excelsos catadores.

Gin, mucho gin, queremos gin.
"No queremos a nadie que no vaya borracho...." Lapidaria y sienestra es la afirmación repetitiva del estribillo de esta canción machacona.
O te emborrachas o te abres. Y aquí nada de pinos ni de política.
Felices fiestas.
Larga es esta tarde sin gin.

Espero que lleguen las fiestas de verdad dispersando esta algarada tumultuaria


- Pero no os preocupeis.-

Que yo no pitaré el martes. Yo estaré con ellos, bajo su manto. Al lado de donde estaba la fuente destruida por el piquete municipal a las siniestras y brutales órdenes de los mandarines insensibles. Fuente entrañable que albergara aquellos entrañables pececillos anaranjads, destruida por siempre. Donde no obstante florecio la verdad indignada y la esperanza.
Allí estaré mientras vosotros disfrutais de las palabras de Brondo. En la más sentida convidada de los últimos treinata años. Felizmente alividada.
Junto a la fuente destruida de la plaza permaneceré donde tantas veces contemplara y absorto siguiera el movimiento subyugante de los pececillos en el agua.Entrañables pececillos naranja.
No he bebido gin. Aunque enla calle se incita desesperadamente a ello; una calle que ya apesta.
Buenas tardes y Felices Fiestas


- Gin, gin, gin.-

Pues una turba vandálica ya me ha acorralado en un callejón y me ha puesto un gin en la boca; con genuina limonada lidl, como no.

La campaña municipal hace efecto sin duda; y mira que es pronto

- Mucho mas gin.-

Y han venido también a turbar la tranquilidad de mi rincón;
con un vaso de gin en la mano.
Pringando el teclado de la dulzona mezcla. Que asco. Menos mal de la limonada lidl.

- Gin y futbol.-

Breve tregua para reponer fuerzas para mañana.

Dormida la mona tras ver pasar el cordero -faltaría mas-, hoy almax y futbol para reponerse; aunque nadie le hará ascos a un gin de contrabando para mantener el tono y el nivel.
Y en los callejones ya la mugre desborda al esforzado personal de limpieza.Vasos de gin, entretelas desbordadas, botes de limonada de lidl y condones usados salpican los callejones mugrientos entre genuina olor a pis y avellanas. Una piadosas capa de serrin o arena acaso remedará un tapujo hoy que todo no es todavía tan impúdico. Mañana se sumaran el resto de olores característicos de la época.

Aparente calma. Pintas aparentemente tranquilos sobre las incendiadas aceras deambulando en grupo poco compacto; cabizbajos y serios; levemente oscilantes.

Más, al estímulo inopinado de un tambor -o unas buenas peras oprimiendo una camisetita camioneram inopinadamente se agitan, vociferan, cantan el estribillo de marras y derrumban.La ciudad está tomada por estos seres.

Tensa calma que presagia los fragores de mañana.
Ciudad amotinada.

El Ayuntamiento ha dejado de arengar a la población desde su megafonía; colmados con total evidencias sus objetivos.
"Queremos gin", "Queremos gin", "Queremos gin". Y que gane España.
Lo celebraremos con gin, como mínimo.
Estado de excepción. Ciudad amotinada.
Y mientras una esforzada comitiva serpentea por las calles.
Y siguen las hueste arribando por mar y aire predispuestas al combate, y a la meta del callejón oscuro, donde no haya caballos que moleste.Que molestan más que las miradas indiscretas.
Bones FEstes.
Y gin, gin, gin.
Y Aupa España.

- Ganó España.-

Pero no creais, no es que hasta el culo de gin lo haya celebrado y todav ía deambule por la ciudad amotinada y vandalizada por escuadras de todo pelaje y condición. Es que me he levantado pronto para aprovechar bien el día.Tan pronto que he incordiado sin querer a un par de parejitas magreando y echando un casquete en en callejón, hoy todavía más repleto de condones usados producto a buen seguro de la euforia por la victoria de "la roja".
Espectacular ayer la imagen y el ambiente de la "plaza roja" de Madrid celebrando la victoria de los nuestros.
Y pronto se notarán por las calles -aunque insólitamente oigo el rumor de algún camión de limpieza- los genuinos efluvios de las fiestas que complementen de forma imprescindible a los que ya se notan desde hace tres días casi; arena de playa con algas y medusas desintegradas recien dispuesta para rebozar la mierda de caballo y las riadas de gin desbordado. Y ello con sabia mezcla de sudor animal y humano.
Por lo demás, genuinas horas ambiguas que mezclan al borracho y al madrugador que diría el maestro.
Las furgonetas descargan en los bares -reconvertidos sabiamente en tugurios a prueba de tumultos, un poco al estilo de los "saloon" texanos- espectaculares contingentes de barriles de cerveza y ginebra (la limonada lidl -la novedad y el éxito de las fiestas tras concienzuda cata gincogemera- ya ha sido adquirida.Era necesario repostar tras el fuerte inicio; promocionado incluso desde megafonía municipal.
Y ontinúa arribando los guerreros en embarciones de todo tipo (desde yates a cayucos) predispuestos para la batalla; los de hoy prescindiendo incluso de la muchila de expedición andina; una simple bolsita con un recambio de ropa interior y biodramina. No hacen falta más arreos.
La lucha se presume cruenta.
"Queremos gin, queremos gin, queremos gin" es su grito de gurra al desembarcar; aunque la compañía naviera -o el improvisado patrón- ya les ha regalado una buena dosis y ellos además vienen con el mejunje preparado en botellas de dos litros de limonada lidl que también tiene prodigosos poderes contra el mareo.
Larga y cruenta se presume la batalla en pos de la meta del callejón oscuro del magreo y acaso del polvete furtivo, entre un manto de arena mojada de gin, avellanas rotas, material orgánio diverso y demás fluidos, evacuaciones y secreciones corporales.
Donde no están los caballos, por supuesto.
Que parece que son para muchos un simple aditamento pintoresco de las fiestas.
Yo estaré con ellos, sufridos equinos, y con sus esforzados jinetes, refugiado de los amotinados.
Y hoy si, en las aceras impúdicos se exiben los cuerpos de guerreros ya exhaustos, aun cuando las fiestas no han hecho más que empezar.
Buenas fiestas para todos, tengais el plan que tengáis.
Yo estaré con los caballos, y mañana con los pinos, mientras el alcalde -que cuirosamente pinta poco según los protocoolos pero que ejerce su pretendido mando exclusivamente para este evento- profiere su engolado y emotivo discurso. Sin duda el mejor de los últimos treinta años. Como siempre.
Yo estaré con ellos. Con los pinos amenazados.
Y con los caballos y con los auténticos protagonistas de la fiesta: la noble y honrada gente campesina.
Y hábil conseguiré zafarme de envolventes maniobras de la cuadrilla de turno acechante por los callejones que domino. En realidad no hace falta ser un gran estratega cuando eres el jefe de la banda -patéticametne autoritario- que con diez tíos consigues detener a alguien y hacerle beber un gin baboso caliente y repugnante desde una botella de limonada lidl por supuesto.
Como veis, poseido estoy de la euforia de las fiestas.
Nuevamente, compañeros, amigos todos -incluso mis enemigos- tengais el plan que tengais: Bones Festes de San Joan.
Y a por la victoria siempre.


- Vedlos llegar.-

Concienzudamente dispuestos al combate. Vedlos llegar.Tremebundo su airado gesto; su rictus fiero de gerreros curtidos.En pos del callejón oscuro maloliente donde acabar la noche.La atribulada ciudad a todos los acoge; mullidas almohadas hará para ellos con avellanas rotas, vasos de plástico, polvo y mugre variada que acomodará su triunfo postrero al rayar el alba.
Vedlos descender ansiosos y seguros de su fácil victoria; presdispuesto y amañado como está su resultado. Previsibles entregas incondicionales como siempres se aventuran.
Vedlos llegar no obstante luciendo sus tatuajes, pavoneándose, con andar gallardo, haciendo bien su papel de luchadores enconados.
Atentos solamente que no los pisen los caballos. Que, solemenes y mágicos, más negros que la noche deambulan todavía por la ciudad amotinada. Mientras ellos preparan el terreno.
En pos del callejón oscuro donde dormir acompañado la cogorza tras intercambio de fluidos corporales.
La megafonía ya no hace falta que anime a las huestes decididas. Ya saben bien ellos cuanto gin es necesario para acabar con garbo la noche en el callejón oscuro, sobre un manto de porquería y efluvios festivos. En esta ciudad que todo lo acoge mas todo lo calla bajo su manto espeso que púdico ofrece. "Para que el cielo no vea", como diría aquel otro maestro; aunque todo se sabe aun cuando todo se calla. Pactadas entregas, tácitas licencias.
Vedlos llegar no obstante briosos y airados cual si cruenta batalla hubieran que librar con cuchillo entre los dientes en pos de elevados trofeos que solo su destreza púdiera alcanzar.
Estoy hasta los huevos de tanto borracho. De tanta mugre. De tanta sombra que acecha tras fétidos callejones.
VEdlos llegar no obstante en riada incesante al mágico abrazo de la ciudad soliviantada.
En estado de excepción.


- Mañana, día de Brondo.-

Dia grande para él silente. Es su día; el que justifica el título de Alcalde que ostenta y que afirma ejercer.
Preparado ya seguramente su discurso sentido; el más emocionante sin duda de los últimos treinta años. Sabiamente revisado y apostillado sin duda por los especialistas locales en la ciencia sanjuanera; decollando entre ellos el garabatero y su cohorte de sesudos comentaristas -el equipo flovias-. Mesura, apulosidad y medida elocencia; éxito asegurado.
El silente auguarda solemente en silencio, cual majestuoso monje budista en meditación trascendente. Vela. Quiebran no obstante la mágia de su momento algunos nubarrones en de tormentea; acechan su pretendido sosiego algunos leves pitidos que el intuye siniestros. Asaltan su meditar profundo pensamientos vandálicos. Pero es demasiada responsabilidad para dejarse llevar por el miedo.
No obstante, y por si acaso, sus intrépidos ayudantes de campo y de cámara; su leal cuerpo de guardia, y sus aterradopres somatenes a pie de calle sabrán mantener el orden trabajando a destajo.El garabatearo -que vale para todo- se multiplicará, con su compadre el copita de oro y el eficaz y experto superprofesional de los pantalones amarillos que también se vacía en estas fechas. Legionario y experto.Alguien por si acaso será portador de un remantente de tesorería para callar a los más recalcitrantes.
Yo no estaré allí, viendo los cinco minutos, o menos, de alcaldía de Brondo.
Yo estaré con ellos, amados pinos comunes, al lado de donde estaba la fuente masacrada un triste 29 de mayo -jueves- por piquetes municipales.Honradamente he de decir que no a órdenes de Brondo; que este poco ordena; y de poco se entera.
Al lado de las ruinas de la amada fuente de la explanada que aquellos entrañables pececillos naranja amorosamente albergara.
Arrasada por ellos. Que mañana, en una concesión al sentimiento, y si no tiene que emplearse muy a fondo para poner orden entre el populacho, se emocionarán sinceros ante el discurso del alcalde pasajero.
Yo estaré al lado de donde estaba la fuente, machacada por ellos; bajo los amados pinos sobre quienes pende la funesta amenaza.
La amenaza de ellos.
Mi más contundente pitido será mi silencio.
Yo estaré con ellos. Amados pinos comunes.
Y allá ellos.


- Harto de borrachos.-

Es inevitable. Salgo a la calle y una panda de mindundis pelagatos al mando de un killo macarrilla maloliente me detiene en desaguisada pero eficaz maniobra envolvente (eran muchos).Pátetico su gesto de pretendida autoridad señalándome pero oscilando a la vez sobre la acera y balbucendo con la genunina voz pastosa y gangosa del borrachuzo de verbena.Su turba acompañante -vaya pintas también de killo macarrilla- vocifera y profiere sonidos guturales -creo que no son palabras, o al menos no reconozco este idioma-. Pero me agarran y me obligan a que les acepte la invitación a un gin nauseabundo; para tal gesto no hacen falta palabras. La pequeña turba, en sus titubeos mantiene cierta coordiación: el jefe de la banda, el que entrega los vasos, el que sirve, y el corrillo de desdentados que vocifera y jalea y bate palmas y hace el macaco.limonada Lidl por supuesto.
Estoy harto de los vándalos que asolan la ciudad y campan a sus anchas. A estos nadie les dice nada.
Estoy harto de borrachos deambulando; dueños de las calles desde hace demasiados días.
Que acabe ya el asalto. Y regrese la imposible calma a esta ciudad amotinada.


-A punto.-

Lleva ya varios días sin pegar ojo el alcalde pasajero.
Tiene ante si su momento.
Aunque las crónicas predispuestas ya -como todas las crónicas festivas- ya proclaman el suyo como el discurso más emotivo de los últimos treinta años (los de antes ya he dicho que son insuperables y así concuerdan todos).
Miradlo no obstante solemente y atribulado, meditando, reyelento cada palabra cribada por sus fieles ayundantes y acaso apuntadores.
Vedlo majestuoso y solemene bajo los tinglados que la grácil princesa ha montado en su fortaleza.
No interrumpais su meditación trascendente.
Y aplaudidle, ¡Coño!


- Yo no estaré alli.-

Yo estaré junto al recuerdo de la fuente mágica cruelmente arrancada por piquetes municipales aquella fatídica fecha de jueves 29 de mayo a las nueve de la mañana.Aquella fecha en que, no obstante, renaciera la conciencia ciudana, brotara inconmensurable y exigente la sed de justicia, se encendiera la llama de la ciudadanía comprometida. Renaciera la esperanza.
Fuente mágica, milagro de existencia cobijada en sus misteriosas aguas.
Emocionado Nijinski con tus onsulados y pastosos recuerdos de la fuente mágica y de sus entrañables seres color naranja.
Mágicas criaturas del color de la esperanza, del color también del gas que aquella fecha estallara en desbordada razón severamente indignada.
Al lado de sus ruinas estaré yo mientras ellos vociferan y claman al que no sabe porque no puede responder de fechorías alevosas aquella triste mañana.
Ellos allá vociferantes y fieros.Yo con los restos de sus hazañas.Destruida fuente de piedraque tanta vida y paz albergara.Color naranja -el color de la derrota del PP por cierto-.


- Y siguen llegando.-

Y creran ellos que es por Él, por el sumo pontífice y su solemne proclama que en breve quebrará el aire pastoso de esta tarde.
Porque siguen llegando predispuestos al combate en pos de la victoria del turbio y maloliente callejón hendiondo.Todavía con restos de marcial uniformidad. Aun que es un espejismo que facilmente se quiebra en patéticos volatines, pesadas piruetas y horrísonos cantos de sirena.
No hay calle suficientemente ancha para ellos. Yasí el jefe de la banda se planta alza el brazo al modo de saludo romano asiendo el vaso de plástico de gin con limonada con dos dedos, y utilizando el índice de la misma mano para señalar a la vez que ordena detenerte. Con la otra mano da órdenes a los integrantes de su banda.Su cuadrilla se encarga de envolverte con mayor o menor coordinación y eficacia según su número. Y allé te ves de nuevo con el puto gin con limonada calentorro -no quiero imaginar que será ese líquido en un par de horas- y con un baboso que se abraza y te suelta palabras y frases incomprensibles a la oreja. Lo peor es cuando alguno de estos pintas insiste en que te conoce y te introduce algún recuerdo de la infancia.
Es la escena típica de estos días.Da asco. Aunque luego se que tendré que apartar los restos de alguno de la puerta de mi casa.
Por cierto Sr. Fray no habrá imponente barrera que impida trasladarte no solo los efluvios etílicos de estas fiestas sino los ecos del discurso de Brondo; aunque ya sabes, sin escucharlo aun está claro que es el más emotivo de los últimos treinta años.
Acaso yo deje también las crónicas predispuestas.Gracias.
Ahora me voy que las entrañables ruinas de la fuente encantada de la mágica plaza de los amados pinos comunes me espera.


- Todo a punto.-

En el estado mayor de la alcaldía pasajera se másca la tensión. -Mayday mayday -Houston, Houston- Los motorola, auriculares y pinganillos echan humo.
Aunque llevan semanas preparando el operativo. Sus agentes camuflados advierten de presencias sospechosas. Han requisado varios silbatos por si acaso.El pantalones amarillos -milagro de discreción con esta guisa- vigila los recodos de la plaza, de barra en barra.Los demás, también sabiamente apostados en lugares estratégicos al mando del garabatero, el copita de oro y otros mandos.El alcalde cotidiano actuará si acaso a pie de calle al mando del somaten. Bien cubierta la retaguardia eso si.
Mucha tensión. Aunque todo parece controlable. Una partida de remanente de tesorería también ha llegado de intendencia por si acaso repartidas en sospechosos fajos. Capaces de desmontar las más secretas estrategias.
Todo sea por el bien de los cinco minutos en los que quien fuera elegido para alcalde ejerza, a su modo, como tal.
Y Él, solemne en los tinglados dispuestos por la princesa, reflesiona y medita; ya nadie se atreve a interrumpir su tensa calma; ni sus más allegados.


Son sus cinco minutos de cargo.


- El operativo ha sido un exito.-

Aunque el gasto de intendencia ha sido cuantioso: gastos de personal extra, entretenimientos varios para el populacho, tela fresca para los más díscolos.
La pantalla gigante ha contribuido también a distraer al personal. Ya saben bien porque la ponían; aunque algún tinglado afín se beneficiará también de la infraestuctura vendiendo un excedente de bocatas de albondigas y callos que a principio de año no estaba previsto; buena gabela deberán entregar.Y se ha jugado también sabiamente al desgaste, de ahí el retraso pactado con la comitiva. Linea directa con ella.
Eso si, el servicio de seguridad demasiado evidente e innecesario; mucho aficionado con gafas de sol de marca apostado por las esquinas con movil al oido dando novedades. Demasiado notorios; afortunadamente peca la falta de experiencia en estas sórdidas lides.
Por lo demás, ha sido el discurso más emocionante de los últimos treinta años.
Pero ello ya estaba escrito.
Como escrita estará la crónica del émulo de PJ. Patético en su faceta de comentarista televisivo -no es lo suyo (el PJ fetén también falla en esta materia)-; aunque eso si tanto ayer como hoy ha cumplido bien su encargo dejando por las nubes a G de Olives, en un baldeo y remiendo digno de la publicación que dirige; el peor caixer senyor de la historia, de su boca ha sido pintado como un "punto de inflexión"; afortunadamente en las islas no debían saber de que estaban hablando; ya debían maldecir el retraso que alteraba la programación de IB3.Las Fiestas por la tele pierden mucho; al menos en lo que constituye transmisión en directo. Ayer contó exactamente lo mismo que lo del año pasado, y hoy igual. La única novedad ha sido el piropo a su amigo. Aquel caixer desganado que estuvo a punto de suspender de motu propio las fiestas porque estaba cansado.
Y por la calle siguen descendiendo guerrilleros en pos de un postrer triunfo en callejones engalanados. Escapados a ultima hora que se suman a la lucha enconada.Que la suerte les acompañe en su singladura hasta seguro derrotero.
Y la fuente que sola y triste estaba entre tanta multitud soliviantada.
Acabará al fin este estado de excepción.


- Sigue la fiesta.-

Efectivamente. Y un buen retén de figurantes se zampan su bocata de albóndigas -cortesía del tinglado beneficicado- sentados frente a la descomunal pantalla del Born; y todo para demostrar que Brondo, su Brondo, ha tenido una gran idea para el pueblo permitiéndole disfrutar al aire libre sin agobios de los Juegos del Pla; sabiamente ilustrado además por el émulo de PJ que además de al mencionado amigo tendrá reservada también su cuña publicitaria hacia su alcalde.Pintoresco espectáculo de pretendidos ciudadanos agradecidos a su alcalde por la magnífica idea; como si este año se hubiese inventado la televisión, o hubiera llegado a esta ciudad.
De momento la jugada les ha salido bien. Y allí están descansando un nutrido retén del cuerpo de intendencia que han terminado su turno.
Y es que este alcalde es mucho alcalde.


- Resaca.-

Resaca.
Letargo.
Funciona bien la limpieza municipal -para que luego digan que no reconozco ningún mérito a la corporación- pero algún elfluvio a ginebra aun emponzoña el aire soliviantado. Las avellanas ya se sabe que son rebeldes y algunas se juntarán con las del año que viene.Cierto es que material orgánico diverso, que por suerte ya no apesta, procedente fundamentalmente de entretelas zozobradas todavía puede apreciarse no obstante pegado a las turbias acera delatando a todas luces los sanos productos e ingredientes de la tierra en sabia y amorosa conmixtión empleados en lo que fueran manjares.
Y el silente reposa satisfecho.
Orgulloso y solemne tras su mejor discurso de los últimos treinta años.Todo bien; todo controlado. Su intendencia y el furibundo somaten lo mantuvo todo a raya.Reposa tranquilo el silente con rostro beatífico pero sabio, con la mente puesta ya, tranquilamente, en la fiesta de la berenjena rellena y la coca con sofrito a la vera del mar -con vistas al dique y su obsceno montón de tierra y agua color marrón mierda- y en algún concurso de paellas de que será sesudo catador o intransigente jurado, que ya como partícipe colecciona todos los galardones.
Lo demás -de la cosa de la Alcaldía- ya lo gestionarán ellos; sobre todo su mano derecha Juan Triay -el alcalde operativo-.Entre otras cosas el tema pinos; a él en el fondo le da igual que se mantengan o se arranquen, con tal de tener balcón para el proximo discurso de SAn Juan.
Feliz el silente de tras época de zozobra poder comprobar que no todo se acaba con el factotum, y que sin su prestancia y eficacia tiene un equipo solvente y una maquinaria engrasada; y un recurso fiel a modo de hacedor de remiendos y tapujos y discursos.
Y restos de contingentes recien duchados -al fin tras cuatro días de llevar la misma ropa pegada embutiendo sus cuerpos- todavía pululan por la ciudad tantos días amotinada en pos de su barco de vuelta tras su asegurada victoria del turbio callejón.Todo vuelve a su rutina.
Unos a trabajar.
Otros a lo suyo.
Y ellos solos bajo el yugo terrible de la amenaza no derogada.
Y la pobre fuente arruinada y descuartizada.Sin sus pececillos naranja que amorosamente albergara.
Como diría aquel tan celebrado por ellos, "la vida sigue igual".


- Requiem por los pececillos naranja.-

Porque triste es la rutina de estos días sin ellos. Turbia como el agua mansa de la fuente de la explanada.
Entrañables criaturas anaranjadas que al abrigo de la noble fuente de agua turbia de la plaza, y entre terrenales lodos en prosaica conmixtión con otros materiales y sustancias, milagro de existencia, imposibles singladuras inventarais; gráciles piruetas y espirales trazarais en atardeceres interminables, divisando siempre la costa umbría de un silencio de agua, y que tantas veces intentara seguir mi absorta mirada hasta caer cautiva, hipnotizada. Subyugada.
Únome a la tremebunda imprecación anterior y añado: que no olviden nunca las generaciones venideras la fechoría prepetrada el día 29 de mayo, jueves de desgracia, muy de mañana. Que no habra agua que limpie esta inextinguible mancha. Que no habrá fuente que pueda saciar esta sed de imposible venganza por la fuente arrancada de la plaza amenazada.


- Todavía quedan algunos.-

Aun quedan algunos.
Descarriados de su rebaño o acaso turba en que hallaran amparo seguro y que a su redil ya se ha marchado, o ha sido devuelto en toscos barcos de transporte aptos para cualquier tipo de contingente o mercancía.O estarán paladeando acaso todavía, regodeándose en sus momentos de gloria, reposando sus ímpetus airados y sus armas victoriosas tras la cruenta batalla.
VEdlos por allí pulular y pajarear inconfundibles en una ciudad transformada e ignota, no solo para ellos, una vez dormida la mona y vencida la resaca.Recien duchados con ropa de playa, que por muy discreta que se pretenda les delata, recien comprada en algún chamizo al ritmo del chiki chiki y el viva españa (tan de moda); retirada al fin la ropa de batalla con la que alcanzaran la gloria efímera del turbulento y maloliente callejón de la ciudad vandalizada y amotinada tras cruenta batalla amañada; albergando todavía genorosa algunas avellanas.Vedlos por allí y por allá pulular con camisa tirantes y gafas de soldador cual turista más en pos de sangría y paella y sol de España.
Vedlos ahora ser dignos de respeto y parabien quienes la ciudad tomaran y vandalizaran y en cuyas calles cual turba amotinada, patibularia cuadrilla alborotada se comportaran.


- Eran ellos (o sueños naranja).-

Los que amorosos invadieron en pacífico torbellino mis cotidianas noches turbias y desasosegadas desde que la amenaza tremebunda pende y gobierna impregnándolo todo; preludiada por aquella zafia y cuartelera -testicular- fechoría matinal; la que no obstante encendiera explosiva y severa la mecha de la vindicación justa y cívica.
Si, eran, ellos que discurrian por mi pensamiento que ha seguido tantas veces su movimiento en apariencia errático y titubeante más en verdad seguro y sabio.
Yo que tambiem por ellos aprendí a esperar sin razón y con ellos a descifrar el lenguaje de las plantas.
Eran ellos, si, que temosos, imperturbables, incansables discurrían por la negra mar arbolada de mis noches amenazadas haciéndola por momentos rielar serena sobre el claro de una luna redescubierta.Dándome un respiro de tranquilidad. Una dosis de sosiego que apacigue y almibare mi amargura acibarada.
De color naranja.
El color de la esperanza; y de la derrota del PP.
Ojala regresaran cada noche a mis sueños a endulzarlos, asesinando con su paz las pesadillas de estos días de guerra, en el frente nocturno de la desazón y el desencanto, no obstante los sueños de epopeya que jalonane estos días azarosos. En guardia frente a ellos.
Y la amenaza persiste; acaso ya no ululante ni horrísona, mas si firme y enquistada, arraigada en lo más hondo cual sargazo tenaz de inhóspita jungla.En todo caso, ella es irreemplazable, y su sola destrucción acaso solemne y precursora de la epopeya ya constituye derrota nunca sufragable. Inabordable tristeza.Pero que al menos ellos amainen mis tempestades en estos tiempos de zozobra y amenaza; de estar en guardia dispuestos a la lucha.

- No tienen alma.-

Raros astros siniestros
en la eterea llanura sangraban
y con gris y apagado fulgor
cruel desgracia presagiaban
y graznidos de aves negras
brutal fechoría anunciaban
una bruma espesa abría camino
a una aurora envenenada
incienso y humo espeso
la mañana emponzoñaban.
Prosaico rumor de motores

y conversaciónes vanas
materializaron los augurios
que la larga noche anunciaba
en tremebundo tropel armado
atacaron la mañana
decididos y alevosos
al dictado de gente sin alma
que nada respeta ni enternece
su mentalidad vil y acerada
los aquel amanecer destruyeran
la fuente de la explanada
madre fiel y acogedorade los pececillos naranja
aun cuando el mar de los sueños rotos
de su tenaz singladura sera entraña.
Amargos son los días de esta vida sin ellos

.Inacabables sus jornadas.

-Oda a la fuente desvencijada II.-

El alma se hiela al traspasar el halo mágico de la fuente arrancada, su ámbito imponente aun; tumba hoy ciertamente de anaranjados sueños apacibles. Tumba y altar sagrado de la desdicha más turbia.El corazón se vuelca deshabitado y yermo al contemplar el doloroso túmulo desaseado en que aquella por ellos se convirtiera en su cruenta acción matutina. El reseco lodo hecho crosta en su fondo otrora apacible cual abrazo materno.Cual venas cortadas que un último reguero de sangre derramaran al duro y cortante aire de estos días se muestran ciertamente las tuberías rotas atoradas de inmundicias terrenas; el alma desnuda de la fuente amada.Para testimonio de su hazaña.
Los gatos que por la plaza vagabundos campan -mansos y majestuosos- mitigaron piadosos su cruel agonía.


La terrible agonía de los peces fuera del agua.

De los pobres peces naranja.

No hay comentarios: