Hay que ver como cambian las cosas. Incluso aquí, en el granero.
Aunque hay que decir que la situación fue y es excepcional.
Mas, recuerdo hace un año al pueblo -en inigualable gesta- luchar denodado y firme por la preservación de la emblemática plaza de los pinos yendo con admirable firmeza a pedir cuentas al jefe.
Y como los entonces aliados del alcalde hacían de severo somaten para que nadie afeara el más que previsible mejor discurso de la década (como mínimo) en la convidada. Obligando a aplaudir y vigilando sin disimulo y con torpe indiscreción cualquier conato de desidencia en forma de pitido.
Y este año... Tras la espantada espectacular de la banda de golpistas nadie habla de convidadas. Y no se respira tensión alguna en el ambiente, en una alocución que -este año si- estará coreada por pitos (en el granero -es curioso- los gamberros son los de la derecha): mujer y de izquierdas. Intolerables tales circunstancias para proferir el engolado discurso anual rindiendo pleitesía al señor.
Y no será necesario somaten; que está del otro lado.
Y los pinos muríendose en una plaza mancillada (pero eso es otro tema).
Esto es el granero.
sábado, 20 de junio de 2009
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