No me convence para nada esto.
Me siento solo en lugar ignoto.
Lejos del calor de la taberna de Camps donde a empujones siempre puedo pillar un taburete en la barra y provocar al personal.
No tengo ideas. No tengo nada que contar. Ni mucho menos nada que enseñar.
Así que bienvenidos seréis todos los que no se como aquí podáis recalar, aunque sea a perseguirme.
Por los demás, ninguna crónica amena tengo para acicalar -que no sea ingenio del que carezco-, ni ningún pensamiento ni reflexión positiva asoma por mi mente obnubilada.
Solo la ira relampaguea de vez en cuando y es cuando, poseído bajo sus efectos me explico mejor.
No hallaréis aquí paz ni recogimiento; al contrario. Pero seréis bienvenidos.
Acaso nunca me encontréis.
viernes, 21 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario